AQUEL QUE TOMO EL LUGAR QUE TE CORRESPONDÍA

Un día, un hombre visitó cierta iglesia...
LLegó temprano, estacionó su auto en un lugar solitario, y abrió la puerta para salir.
Mientras otro auto se le acercaba, escuchó que el conductor vociferaba:
"Yo me estaciono ahí siempre! Has tomado mi lugar!"
El visitante entró al templo para escuchar la doctrina dominical,
encontró un lugar vacío y lo tomó.
Una joven mujer se aproximó y le dijo:
"Yo me siento en este sitio!. Has tomado mi lugar!".
El visitante se sintió aturdido por esta ruda bienvenida, pero no se quejó...

Después de la Escuela Dominical, el visitante se acercó al altar para orar y se arrodilló.
Un miembro de la iglesia caminó hacia donde se encontraba y le dijo:
"Ese es mi espacio para orar a Dios. Has tomado mi lugar!"
El visitante se sintió aún más conmocionado por este mal trato, pero siguió sin protestar...

Después, mientras la congregación oraba para que Cristo se manifestara enmedio de ellos,
el visitante se levantó, y su apariencia comenzó a cambiar:
Horribles cicatrices se hicieron visibles en las palmas de sus manos y en las plantas de sus pies.
Alguien de la congregación se dió cuenta y, alarmado, le preguntó:
"Qué te ha sucedido?"...

El visitante se limitó a contestar, mientras su sombrero se convertía en una corona de espinas
y una lágrima resbalaba por su mejilla:
"He tomado tu lugar..."

Anónimo